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¿Por qué los perros no se sienten culpables?

julio 25, 2021
Perros

Perros. Estudios recientes han demostrado que el desarrollo de los músculos alrededor de los párpados (músculo orbicularis oculi) en los perros es muy importante, y debido a que nuestros pichichos pueden suponer ventajas en la manipulación de la cara de mendicidad o lástima, siempre ha sido un factor diferenciador de los lobos en el manejo de algunos aspectos importantes. protuberancias Cuando ocurre un incidente.

La ley de los tonos define la diferencia en una palabra en función de la forma en que hablamos con los interlocutores caninos, y las tres leyes C nos dicen que las palabras que damos órdenes o nos dirigimos a los perros deben ser: claras, breves y concisas, todas se comunican con nuestro perro. La regla de oro.

Más allá de qué cosa le decimos con claridad, en términos concisos y claros, altisonantes y cacofónicos, importa mucho el tono con el que lo expresamos. Noticias Internacionales.

Tanto importa el tono que se ha hecho la experiencia de decir cosas complacientes en tono amenazante y viceversa obteniendo los resultados relacionados con como se dice y no con el contenido, con relación a las respuestas del perro.

Es en ese sentido que solemos decir que nuestro perro “sabe” que ha hecho algo mal porque cuando lo retamos su actitud gestual y corporal nos aparece como de culpa.

Es bueno aclarar, a esta altura de las circunstancias que la culpa es un concepto religioso y cultural de las sociedades judeocristianas y que muchas veces permite la eximición de la responsabilidad (el concepto real) frente a determinados hechos.

Lo cierto es que los perros no tienen conciencia de la culpa (ni de responsabilidad) transportada en el tiempo aunque si son capaces de asimilar reglas y entender cuando las trasgreden.

De ese modo retar a nuestro perro a las cinco de la tarde por algo que ocurrió a las doce del mediodía, aun estando frente a la evidencia, solo permite que el animal entienda que estamos enojados, por nuestro tono, pero difícilmente comprenda el por qué a través del significado de nuestras palabras.

La imagen del perro culpable que vemos es una proyección absoluta de nosotros. El perro no se sentirá culpable y no planeará una destrucción como represalia. La primera razón es que los perros, como nosotros, evitamos los conflictos.

En el caso planteado sabe que estamos enojados pero no relaciona la causa aunque le mostremos el destrozo y mucho menos si el tema es una eliminación inadecuada y le restregamos su cara con el producto de ella. ¡Eso no es hablar idioma perro!

Ante el tono, el grito y la postura corporal del enojo humano, que si sabe reconocer con creces, el perro desarrolla señales de calma: aparta la mirada, se relame el hocico, se esconde; en definitiva rehúye un posible conflicto porque sabe que algo no va bien pero no sabe cuál fue el error.

Esto ocurrirá siempre salvo cuando lo pesquemos infraganti momento en el que puede relacionar lo que queremos que haga o lo que no haga.

Podríamos afirmar que el perro pone cara de culpable o de “yo no fui” (según la mímica humana), pero no se siente culpable ni es consciente de nuestro reclamo salvo que lo hagamos en el momento de la falta o sea que lo pesquemos in fraganti.

*El Prof. Dr. Juan Enrique Romero @drromerook es médico veterinario. Especialista en Educación Universitaria. Magister en Psicoinmunoneuroendocrinología. Ex Director del Hospital Escuela de Animales Pequeños (UNLPam). Docente Universitario en varias universidades argentinas. Disertante internacional.

Con Información de Infobae.

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