El ingeniero Wagner Hernández, a quien en un accidente le amputaron ambas piernas, siempre había soñado con tener su propia empresa y estaba decidido a lograr su objetivo.
Aunque la familia se conmovió por otra tragedia hace una década cuando su padre murió en un accidente cerca de su casa en el sector Ginandiana de el Seibo y otro hermano fue electrocutado hace unos años, reiteraron su compromiso de Confiar en Dios y creer que Dios puede superar todas las dificultades. Situación difícil.
El ingeniero civil Wagner Hernández se encontraba cumpliendo una misión para la empresa donde trabajaba con la intención de seguir ganando confianza y superándose y las ganas de tener el futuro de su propia empresa constructora.
Hechos inesperados en la vida cambiaron la existencia de este responsable profesional, y a pesar de tener 30 años, realizó varios viajes a Estados Unidos y Canadá para asistir a cursos, capacitaciones y misiones de capacitación para lograr sus objetivos.
El profesional de El Seibo, que trabaja en la zona de Bávaro y perdió ambas extremidades inferiores en un terrible accidente, fue trasladado ayer a una sala general para recibir atención y tratamiento en la Clínica del Dr. Virgilio Cedano para recuperarse. Se encontraba en estado crítico tras llegar a la unidad de cuidados intensivos el miércoles pasado y se recuperó tras ser trasladado de la UCI a una sala general.
