Rubby Pérez, el famoso merenguero que fue criticado por regalarle a su hija un lujoso pastel de cumpleaños valorado en 600,000 pesos dominicanos, lo defendió como una muestra de amor paternal que no necesitaba justificación.
Expresó su indignación por los celos de los demás, comparándolos con las críticas a lo que no pueden tener, y recalcó que invertirá más en la felicidad de su hija.
Rubby Pérez dijo que no consideró el costo al tomar su decisión porque la felicidad de su hija era su prioridad y creía que el dinero era más importante que los verdaderos sentimientos.
A pesar de las críticas, se mantiene firme en su decisión de vivir la vida en sus propios términos, poniendo a su familia por encima del juicio público, y está preparado para seguir enfrentándose tanto al apoyo como a las críticas por sus decisiones.
