
Mientras su familia se encontraba sumida en un profundo dolor, José Gonzalo Jiménez hizo las maletas para un viaje que nunca pensó que emprendería: de Colombia a República Dominicana para buscar el cuerpo de su hermana, víctima del derrumbe del techo del club nocturno Jet Set, el 8 de abril, en Santo Domingo.
Luz Andrea, la menor de quince hermanos, emigró al país caribeño hace cinco años con la esperanza de un futuro mejor.
Pero esa noche, mientras cientos de personas disfrutaban, el edificio se derrumbó y su nombre pasó a ser uno de los más de 200 víctimas de uno de los acontecimientos más trágicos de la historia reciente de República Dominicana.
Con el corazón roto y un nudo en la garganta por no hablarle en semanas, José Gonzalo llegó a Bogotá y decidió tomar el siguiente vuelo a Santo Domingo.
“Quiero llevar sus cenizas a un cementerio cristiano y enterrarlas junto a las tumbas de nuestros padres”, admitió, conteniendo las lágrimas.