
Lewis Díaz Sánchez (Leo), un niño de 10 años que fue encontrado muerto en el patio de su vecino en la zona de Buenos Aires, fue calificado como educado y con buenos valores.
Una vecina llamada Burkis dijo que estaba devastada por la muerte del bebé, a quien describió como alguien que tenía buenos valores y saludaba a los demás sin importar a quién conocían.
En este sentido, Burgess explicó que el niño pasaba la mayor parte del tiempo andando en bicicleta por la zona y era muy querido por todos sus vecinos por su buen carácter con la gente.
Sus padres, Eduardo Díaz y María Sánchez, quedaron profundamente entristecidos por la muerte de su primer hijo, pues tenían dos hijos: Leo y una niña menor.
Como la muerte del menor fue tan impresionante y no presentaba signos de violencia, el Instituto Nacional de Medicina Legal (Inacif) realizó una autopsia para determinar la causa de su prematura muerte.
