
Una tragedia ha sacudido las playas de Canna Bay, donde se han ahogado varios turistas de nacionalidades aún no identificadas.
El lamentable incidente provocó fuertes críticas a la dirección del lugar por la falta de socorristas, una medida de seguridad básica que podría haber evitado las catastróficas consecuencias.
Los propietarios de condominios en el exclusivo complejo han expresado su frustración y enfatizaron que a pesar de pagar una tarifa anual de 500 dólares por persona para el acceso a la playa, la administración no garantiza la presencia de rescatistas. «Nos cobran tanto y ni siquiera tienen un salvavidas para protegernos», comentó un residente enojado.
La tragedia no sólo puso de relieve la falta de medidas de seguridad, sino que también provocó otras quejas de los residentes de que el aumento de las tarifas fue demasiado rápido.