
Por Sandy Cuevas
Los vecinos de Villa Mella y Yamasá exigen mayor seguridad tras una ola de violencia que dejó cinco muertos en una semana.
A 20 kilómetros de las carreteras Villa Mella y Yamasá, los vecinos viven con miedo mientras la violencia escala, cobrándose cinco vidas en menos de una semana.
El último caso es el de Jimmy Muñoz, un barbero de 40 años que fue agredido mientras descansaba en su casa con su familia.
Familiares de las víctimas expresaron su angustia y pidieron a las autoridades detener a los responsables de los crímenes. «No podemos vivir así, necesitamos justicia», dijo la madre de Muñoz.
Los comunitarios aseguraron que los delincuentes podrían circular libremente en la zona sin que las autoridades tomen medidas efectivas para detener la situación.