Santo Domingo, R.D. — Un profundo sentimiento de dolor e indignación embarga a la familia de Jazlin Isabella Graciano de la Cruz, una bebé de apenas cuatro meses que falleció mientras se encontraba bajo la custodia del Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (Conani).
Según relató su padre, Juan Nicaury Graciano Cruz, él acudió al Tribunal de Niños, Niñas y Adolescentes con la intención de realizar una videollamada con su hija, pero al llegar fue sorprendido por un cambio inesperado en la custodia. Asegura que en el lugar se encontraban más de veinte agentes policiales y personal del Conani, quienes lo requisaron y lo mantuvieron retenido en una habitación antes de informarle la trágica noticia de que su hija había muerto.
El padre responsabiliza directamente a la magistrada Angelina de los Santos, alegando que no se realizó el levantamiento domiciliario previo al proceso de entrega de la menor, tal como exigen los protocolos de protección infantil. Sostuvo además que la persona encargada del cuidado de la niña le informó que la causa del fallecimiento fue una broncoaspiración tras ingerir leche, aunque denuncia inconsistencias en los reportes oficiales, ya que se le comunicaron dos horarios diferentes del deceso: uno a las 4:00 de la madrugada y otro a las 9:00 de la mañana.
Graciano afirmó que no se le ha permitido acceder a videos ni documentos que pudieran aclarar lo sucedido. Por su parte, la abuela de la bebé respalda la versión del padre y exige una investigación exhaustiva y transparente, señalando posibles negligencias en los procesos de custodia y supervisión.
La familia solicitó una segunda autopsia para determinar con precisión la causa real de la muerte y pidió que las autoridades judiciales y el Conani rindan cuentas ante lo ocurrido.
El caso ha provocado gran conmoción pública y reabre el debate sobre la seguridad, responsabilidad y transparencia de los mecanismos de protección infantil bajo la tutela del Estado dominicano.