Deseo sexual. Las personas de cualquier edad experimentan una disminución en el deseo, porque el deseo, como todo en la vida, fluctúa. Nadie nace con deseos fijos y, a menos que nos sintamos mal, no debemos preocuparnos por estos cambios. La libido baja no necesariamente tiene un grado diferente de deseo con su pareja.
El deseo sexual varía de persona a persona. Un deseo sexual bajo no significa que su deseo sexual esté roto o roto, ni le impide tener una vida sexual satisfactoria. Noticias Internacionales.
El bajo deseo puede expresarse en:
– Un interés reducido en relación a la actividad sexual
– Ausencia de pensamientos sexuales
– Tendencia a la evitación del sexo
– Reducción en la satisfacción de las relaciones sexuales
– Que aquellas cosas que solían desencadenar tu deseo ya no funcionen
– Menor excitación
Son muchos los factores que inciden en el deseo sexual, los cuales deben ser considerados según cada persona y cada situación. En otras palabras, no hay ningún factor que pueda decidir o decidir tus deseos, porque todos somos un mundo y podemos tener diferentes reacciones ante un mismo elemento.
Por ejemplo, muchas personas pueden sentir que su anticonceptivo está disminuyendo su deseo, mientras otras pueden experimentar un aumento del mismo debido a la seguridad que le da tener resuelto el tema de su anticoncepción y eso le permite tener relaciones más placenteras.
Algunos factores orgánicos que pueden afectar al deseo:
– Diabetes, cáncer, insuficiencia renal, enfermedad de Parkinson, enfermedades coronarias, enfermedades vasculares, esclerosis múltiple, fibromialgia, dolor crónico.
Los síntomas relacionados con la sexualidad pueden aparecer varios años después del diagnóstico. Estas enfermedades pueden alterar la respuesta de excitación generando dificultad en la erección o en la lubricación, generando relaciones dolorosas, o retardo en la excitación y en el orgasmo, lo cual afecta al deseo.
Además muchas veces los diagnósticos generan un impacto negativo en el ánimo y eso es lo que afecta en realidad al deseo. Otras veces lo que interfiere directamente en la respuesta sexual no es la patalogía en sí, sino el dolor causa, los tratamientos que llevamos adelante para sanar y/o la medicación que nos indican tomar. Es importante que podamos abordar el tema con nuestro médico tratante.
– Cuestiones traumáticas o quirúrgicas: cirugía pélvica de cualquier tipo, fracturas o traumas pélvicos, lesiones medulares.
– Cuestiones hormonales: lactancia, extirpación quirúrgica de ovarios, menopausia, hipoandrogenismo (SDA), hiperprolactinemia, hipotiroidismo.
– Anticonceptivos orales.
Es importante poder evaluar las alteraciones hormonales y tratarlas desde la medicina, en algunos casos existe la necesidad de medicación, pero también se debe comprender que el deseo tiene muchas aristas más allá del factor hormonal, como el ánimo, la pareja, el contexto, etc.
Otros factores que atentan contra el deseo:
– Consumo de drogas: alcohol, cocaína, opiáceos y marihuana.
Nos referimos al uso crónico.
– Uso de medicamentos: antidepresivos (IRSS y antidepresivos tricíclicos), antipsicóticos, benzodiacepinas, betabloqueantes, antiandrogénicos (como finasterida).
Respecto a lo que son psicofármacos (hoy en día cada vez más personas son recetadas con ansioliticos y antidepresivos), es importante primero tener en cuenta que lo que urge es equilibrar el estado de ánimo. Estas medicaciones pueden generar retardo orgásmico y bajo deseo.
Debemos ser pacientes, no exagerar, entender que este es el efecto de las drogas. En contacto cercano, la mejor manera de calmar la ansiedad resultante es alejar su atención de los genitales y el orgasmo.
También podemos hablar con nuestro psiquiatra para evaluar la posibilidad de incorporar un medicamento con menos impacto en la respuesta sexual.
Algo que la mayoría de las personas padecen en relación a las oscilaciones que atraviesan al deseo, tiene que ver con los factores psicológicos. Estos pueden ser:
– Baja autoestima
– Antecedentes de experiencias traumáticas
– Depresión
– Duelo
– Ansiedad
– Inestabilidad emocional
– Trastornos de la imagen corporal
– Desórdenes alimenticios
– Represión y culpa en torno a la sexualidad. Vergüenza, pudor.
– Desconocimiento de la propia sexualidad, falta de educación sexual
Algunas de estas dificultades pueden tener que ver con crianzas conservadoras o religiosas. Muchas personas que consultan por bajo deseo han tenido una crianza completamente desconectada de su cuerpo, su genitalidad y del sexo.
No sentían excitación genital o, si la recordaban, se asociaría inmediatamente con culpa o sentimientos incorrectos. Las personas que nunca se han masturbado, cuando lo intentan y crecen, parecen estar relacionadas con el disgusto y el rechazo. La educación sexual basada en el miedo y el sexo es mala y sucia.
Poder trabajar la conexión corporal, la autoaceptación y el contacto con uno mismo sin juzgar es una de las maneras de empezar a conectar con el deseo.
Todos estos factores psicológicos podemos trabajarlos en espacios psicoterapéuticos orientados específicamente a la problemática en cuestión.
Es decir, depresión y ansiedad con terapias cognitivo conductual especializadas en esas problemáticas. Los trastornos de la imagen corporal y desórdenes alimenticios también cuentan con tratamientos específicos y la inestabilidad emocional con terapias orientadas a la regulación, etc.
Y finalmente, los factores vinculares:
Los enlaces pueden ser propicios para el deseo o propicio para la instalación de bajo deseo. Puede estar relacionado con problemas específicos en la dinámica de las relaciones o puede estar relacionado con problemas que se despiertan internamente al establecer contacto. Evaluación:
– Violencia
– Falta de confianza
– Falta de intimidad
– Miedo
– Insatisfacción sexual
– Pareja sexual con disfunción sexual
Lo importante es tener en cuenta cómo influyen lo físico, lo mental y lo vincular en nuestra sexualidad. No para asustarnos ni sugestionarnos sino para abrir preguntar, instalar el diálogo y comprender el deseo de una manera integral.
*Cecilia Ce es psicóloga, sexóloga y autora de los libros Sexo ATR y Carnaval toda la vida (editorial Planeta). En Instagram: @lic.ceciliace
Con Información de Infobae.