La música gospel brasileña está de luto por la repentina muerte del cantante Pedro Enrique en el escenario durante un concierto en Fera de Santana, Bahía, Río de Janeiro.
El artista de 30 años estaba interpretando una de sus canciones cuando de repente se desplomó en el escenario, dejando atónitos a los productores del espectáculo y a los asistentes al concierto.
Pedro Enrique sufrió un infarto y murió casi de inmediato, sin dejar tiempo para resucitarlo.
Fuentes conocedoras del asunto dijeron que el brasileño había dicho antes del espectáculo que estaba cansado, pero que eso no era excusa para posponer o cancelar un evento que se desarrollaba con total normalidad.