
Encontraron una serpiente debajo de la cama donde dormía monseñor Diomedes Espinal, obispo de Mao-Montecristi.
El reptil fue descubierto por trabajadores que realizaban trabajos de remodelación en el Palacio Episcopal Católico.
Para ello, los trabajadores llamaron a Ernesto Rodríguez, ingeniero ambiental a cargo de la provincia de Valverde, para que se apodera de tan gigantesca culebra.
Los trabajadores de la construcción que trabajan en la residencia informaron haber visto otras serpientes pululando en los árboles en el patio de la residencia en varias ocasiones.
