Fernández. El Palacio Nacional de Belem es la sede del Palacio Presidencial de Portugal. Fue un esfuerzo geopolítico para obtener el apoyo mayoritario de la junta directiva del Fondo Monetario Internacional cuando Alberto Fernández propuso una estrategia de deuda de 44 mil millones de dólares para negociar la cual heredó de Mauricio Macri.
Allí, pasadas las 12, hora argentina, mantiene un encuentro con el presidente Marcelo Rebelo de Sousa.
Sencillamente “Marcelo”, como se lo conoce aquí, es un presidente carismático, conservador y heredero político de una familia que apoyó la dictadura de Antonio Olivera Salazar. Noticias Internacionales.
Alberto Fernández (Alberto Fernández) y sus homólogos portugueses establecieron una relación bilateral entre los dos países, que se caracteriza por las exportaciones de soja, la pesca portuguesa en el Océano Atlántico y la necesidad de Argentina de fortalecer las relaciones de la mayoría de los países europeos con el Fondo Monetario Internacional y el Club de París Cumplimiento de las recomendaciones de negociación.
Marcelo comparte con el presidente argentino su postura de postergar los pagos al organismo de crédito internacional en medio de la crisis global causada por la pandemia del COVID-19, y su apoyo es importante por la influencia política que tiene en la sociedad portuguesa.
El jefe de Estado portugués ha alcanzado la mayoría, tiene una muy buena imagen pública y, a menudo, sorprende a los medios: un hábil nadador en mar abierto, fue encontrado en una línea de rejilla en un supermercado.
Además de la relación bilateral, discutirán sobre la situación mundial atravesada por la Pandemia, el escaso avance de ratificación parlamentaria del acuerdo Mercosur-Unión Europea, y la crisis del Cambio Climático, que preocupa por igual a la Argentina y Portugal.
Así, en Lisboa, el Presidente inició una gira relámpago por Europa. El mandatario Alberto Fernández se aloja en el Eurostars Museum, un hotel de cuatro estrellas en el corazón de Lisboa, que a la hora de su llegada -las 13 en Portugal, las 9 en Argentina- aparecía sosegada y con temperatura primaveral: 17 grados.
Junto al jefe de Estado viajaron la primera dama, Fabiola Yáñez, el canciller Felipe Solá, el ministro de Economía, Martín Guzmán, el secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello, el secretario de Culto, Guillermo Oliveri, y el secretario de Medios, Juan Pablo Biondi.
El presidente -deportivo y de ocio- llegó anoche a Ezeiza procedente de la finca Olivos en el helicóptero oficial. Saludó a la tripulación y a los periodistas, y su séquito se situó en la parte delantera del avión.
Aprovechó el tiempo de vuelo -11 horas- para leer los informes que preparó la Cancillería, conversar con Solá, Guzmán y Oliveri, y, tras una cena de carne asada con papas rústicas, conciliar el sueño antes de iniciar una gira por cuatro países en siete días.
Una vez aterrizado en Lisboa, el Presidente descendió en el Aeropuerto Humberto Delgado ya vestido de traje.
El viaje se llevó a cabo en un avión de Aerolíneas Argentinas, que Alberto Fernández utilizará en el resto de la gira que incluye además Madrid, Paris, Roma y Ciudad del Vaticano. Por primera vez en 10 años, una delegación de periodistas de medios públicos y privados fue autorizada a viajar en la aeronave que lleva al jefe de Estado.
Además del encuentro con su colega, Marcelo Rebelo de Sousa, el presidente se reunirá mañana con el premier de Portugal, Antonio Costa.
El premier socialista comparte con Alberto Fernández una idéntica perspectiva sobre la necesidad de aliviar la situación económica de los países medianos que son deudores del FMI, además de lograr un mecanismo internacional que permita una distribución equitativa de las vacunas contra el COVID-19 que aún no llegan de manera fluida a las naciones con escaso poder geopolítico como la Argentina.
En su escala portuguesa, el presidente también abordará la situación del Cambio Climático y el Acuerdo de París, un asunto de la agenda global que ahora es primordial por impulso de Joseph Biden, que a diferencia de Donald Trump considera que los Estados Unidos deben liderar la preservación del Medio Ambiente.
Asimismo, Alberto Fernández discutirá con De Sousa y Costa Rica la situación política del acuerdo Mercosur-Unión Europea, que se ve impedido por ciertos requisitos agrícolas en Francia e Irlanda. Aprobado en todos los parlamentos nacionales de la UE, el acuerdo aún no ha entrado en vigor. . Sin la ratificación de esta ley, sumado a las demoras de los parlamentos de los países del MERCOSUR, un tratado bilateral histórico se parecería a los Archivos Indígenas Americanos.
Cuando concluya su etapa en Lisboa, el presidente y su comitiva volarán directo a Madrid. El martes, en la capital española, Alberto será recibido en el Palacio de la Zarzuela por el Rey Felipe VI y continuación almorzará con Pedro Sánchez, jefe de Gobierno.
Al igual que en Portugal, Alberto Fernández busca los votos necesarios en el board del FMI para lograr un acuerdo que permita evitar que Argentina desembolse entre septiembre y diciembre más de 4000 millones de dólares que dejarían exhaustas las reservas del Banco Central.
En los días siguientes, la agenda del mandatario incluye audiencias con los presidentes de Francia, Emmanuel Macron; del Gobierno italiano, Sergio Mattarella; y del Consejo de ministros de ese país, Mario Draghi, entre otros.
Para este jueves por la mañana, en tanto, Alberto Fernández tiene pautado un encuentro a solas con el Papa Francisco en el estudio Aula Paulo VI de la Ciudad del Vaticano. Finalmente, el jefe de Estado regresará al país el viernes 14.
Con información de infobae.